martes, 15 de abril de 2008

Un cuento diferente

Se encontraba en su cuarto pensando, como cada día, en su príncipe encantado, porque a diferencia de los cuentos de hadas, ella, sí sabía quién era y donde estaba, solo que no podía llegar hasta él y los días transcurrían iguales, trabajando de día, intentando mantenerse lo más ocupada posible y soñando de noche, amándolo de noche pero despertando a la pesadilla de la realidad, de una vida sin él.
-Ay! Si yo pudiera sentir sus manos en mi piel, sus labios en los míos…
Sabía, que no volverían a estar juntos, sabía que nunca volvería a sentir los labios de su príncipe sobre los suyos y que nunca volvería a sentirlo como lo había sentido hasta entonces. ¿Por qué? Aún no lo entendía, se encontraba perdida y la soledad, el vacío y largas noches en vela se habían convertido en sus compañeras de fatigas, a las que se le unía el silencio que él guardaba.
La idea de saber que quedaba tanto para volver a saber de él hacía que el tiempo pasará aún más despacio…intentando sobrevivir al día a día. No podía dejar de pensar en él, con cada foto, cada anécdota, todo…recordaba aquellos momentos que pasaron juntos.
Al sentimiento de constante tristeza que la invadía día y noche, se le sumaba el de rabia y dolor, ver que él la estaba obligando a olvidarlo y…no sabía por qué extraña razón, ella se resistía, se resistía a dejar de sentir lo que por él sentía, se resistía a olvidarlo y soñaba con sus brazos la rodearan de nuevo, escuchar de sus labios un susurro que pronunciará dos palabras, tan solo dos palabras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Triste pero bonito...; Sólo espero que sea sólo eso: Un cuento.
Bss.

Anónimo dijo...

Ojala! fuera un sueño, pero sé que es real.