Y sonreía...

Y sonreía...que podía hacer sino? le habían preparado todo aquello, se habían esforzado tanto que...no podía decirles que no, así que fingía...fingía que estaba bien...fingía que le gustaba y de vez en cuando se esforzaba por esbozar un tímida sonrisa que no les hiciera sentir mal.

Se habían dirigido a aquellos lugares que en otros tiempos hubieran sido sinónimo de risas, alegría y diversión pero que ahora solo le parecían antros, antros ruidosos, llenos de humo y gente, demasiada gente. Lo buscaba en todas partes, pensaba que en cualquier momento lo encontraría...esperándola, pero no apareció quien ella deseaba que apareciera, quien ella añoraba se encontraba muy lejos de su lado, donde debería haber estado. Entre tanta gente, tantos encuentros y tantas sorpresas que le habían preparado...él no estaba, ¿por qué no estaba él allí?¿no había querido acudir?¿por qué no había querido ir?

Sabía que esas falsas sonrisas no engañaban a nadie, ya se habían dado cuenta y en lugar de tirar la toalla, seguían junto a ella, pero ella solo deseaba el retorno a su castillo, de donde no quería salir, en el que encerrada entre sus cuatro paredes se sentía no mejor, pero sí más cómoda, alejada de todo. Fuera de él se sentía perdida, fuera dónde nadie la esperaba, así que...¿para qué salir y caminar sin rumbo? Quedarse allí en silencio y permanecer en un sueño profundo, del que no le importaba no despertar, era lo que anhelaba. Se había dado cuenta de que seguía en aquel pozo del que no sabía si sería capaz de salir...se sentía sin fuerzas para conseguirlo, sin fuerzas ni tan solo para intentarlo.