El principio del fin

Todo había vuelto a empezar...los nudos en el estómago, las lágrimas, el insomnio y el cansancio. Después de aquellos dos días esperaba un milagro, aquel milagro que tantas veces había pedido y que hasta el momento nunca había llegado a cumplirse, estaba convencida de que el milagro llegaría en aquella ocasión, pero no llegó...Lo que sí llegó fue el distanciamiento, la soledad y el intentar de hacer frente a la vida, a una vida si su príncipe.

Era demasiado tiempo, lo sabía, sabía que no sería fácil...pero también sabía que no sería ella la que rompería el pacto...no podía necesitaba que fuera él y aunque él le había dicho que lo haría sabía que la llamada no llegaría hasta el momento acordado y eso significaría que sería el fin, el fin al que tanto había temido y que ahora parecía tan cerca.

Si poco a poco las cosas parecía que se iban solucionando, todo se había desvanecido, había resultado un espejismo. Aquellos ojitos continuaba cerrados, aquel cuerpecito seguía sin moverse y solo abría aquella boquita para tomar un sinfin de pastillas. Y lo único que se podía hacer era esperar...se sentía tan frustrada...tan inútil sabiendo que lo único que se podía hacer era esperar, que...

Además...una llamada inespereda había adelantado aquel viaje, lo que significaba que las cosas no iban bien en el lugar al que se dirigían...y ella se encontraría sola antes de lo previsto...encerrada en su palacio, en aquellas cuatro paredes que la protegían del mundo entero y en el único lugar que no se sentía vulnerable.

Era consciente de que era el principio del fin, que pronto se habría acabado todo...y tenía miedo, mucho miedo...